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Del Huerto a Tu Mesa

Por: Abei Noriega

De nuestro huerto nos beneficiamos y con él economizamos. Conozcamos algunas alternativas para nutrir y complementar nuestra dieta de manera correcta.

La comida puertorriqueña es muy rica y diversa en especias, vegetales frescos y sabores. Lo que quizás no sepas es lo saludable que es nuestra dieta “boricua”, la que consumían nuestros abuelos y abuelas y, antes, quienes comenzaron la mezcla del viejo y nuevo mundo.

¿Qué se hubiesen hecho en Italia sin el tomate para su pizza, o en Francia, tan famosos por sus “french fries”, sin la papa, sí, la misma que proviene de Sur América? Las papas, al igual que el tomate, el ají, la piña, el jobo, el achiote y otros cientos de vegetales, especias y frutas le dieron vida a la cocina europea. De esta manera, nuestra comida viaja el mundo y regresa a nuestra isla con más variación. Se enriquece de tal forma que la salud y la comida se casan para dar una alimentación más completa y prolongar la longevidad al ser humano, al punto de que nuestros abuelos y abuelas y bisabuelos y bisabuelas duraban 100 años mientras que sus ascendientes, personas indígenas y europeas tenían una tasa más corta de vida.

Con los cambios a una “cultura nueva”, la norteamericana, llegaron las comidas rápidas, o “fast foods”, y comidas enlatadas en grandes cantidades. Esto obligó a las personas dedicadas a la agricultura puertorriqueña a cambiar de oficio, de la tierra a la fábrica, moviéndose del campo a la ciudad y dejando y olvidando por completo una historia agrícola que sustentó a un país que crecía saludablemente.

Hoy día, nuestra dieta se basa mayormente en carbohidratos y grasas saturadas, sin dejarle espacio a las ensaladas de muchas variedades de hojas nativas que los puertorriqueños y puertorriqueñas de antes consumían. Ese complemento a la salud alimentaria nos ha sido borrado de la memoria. Por eso, a continuación, te doy unas cuantas recetas para hacer de la alimentación tu medicina.

Vinagreta de balsámico:

2 oz. de vinagre balsámico 4 oz. de aceite de oliva virgen 1 limón del país exprimido 2 oz. de agua 3 ramitas de extracción de anís ½ cdta. de azúcar morena o miel Sal a gusto.

Ensalada de berro:

1 mazo de berro 1 oz. de aceite de oliva XV Jugo de un limón Sal a gusto (Puede usar la vinagreta balsámica como alternativa).

Ensalada de chayote y habichuelas tiernas:

2 chayotes ½ # de habichuelas tiernas Ponga a hervir el chayote con sal. Cuando ya esté casi listo, añada las habichuelas tiernas hasta que éstas queden cocidas. Déjelo enfriar.

Vinagreta:

1 ajo machacado 1 cdta. de vinagre 2 cdas. de aceite oliva XV Jugo de medio limón Sal y pimienta a gusto Mezcle el chayote, las habichuelas tiernas y la vinagreta, deje reposar unas horas en la nevera antes de servir.

Para las personas puertorriqueñas de antes, las ensaladas eran parte importante de la dieta. En las ensaladas se encuentran vitaminas, minerales, fibra y clorofila que tan necesarias son para nuestro cuerpo. El calcio que el cuerpo absorbe mejor y más rápidamente es el calcio de las hojas como cale, brócoli, espinaca, lechugas, berro, verdolaga y hasta el cohitre. Este y otros minerales esenciales están presentes de manera fácil para que el cuerpo los consuma y sin caer pesados al estómago. Hay que tomar en cuenta que los vegetales crudos viajan más rápidamente al intestino sin quedarse mucho tiempo en el estómago. Si se come la ensalada al final de la comida, se crea acidez y reflujo. Hay que comer la ensalada antes del plato fuerte y no después, ya que la comida cocinada, “el plato fuerte”, pasará más rato en el estómago, para extraerles los alimentos, mientras que la ensalada ya está lista para que les sean extraídos sin tener que estar mucho tiempo en él. De esta manera se limpian tanto el estómago como el intestino para una mejor digestión.

En estos vegetales encontramos los nutrientes, además de en los aderezos, en los que se encuentra otro sector de la buena salud. En el aderezo está el aceite de oliva, el jugo de limón, el orégano, el estragón, el vinagre balsámico, el ajo, la miel, las nueces y otro sinnúmero de alimentos que complementan nuestra dieta. El aceite de oliva extra virgen tiene el poder para lubricar las venas, el limón es alcalino y, así, cada especia y alimento tiene un propósito en el sabor y en la salud. Ya sabemos que el aderezo no es solo para disfrazar la ensalada, sino para tener un buen alimento y salud en su dieta diaria.

“No es solamente qué comemos, sino cómo comérnoslo.” Sobre este tema tan importante, se estarán llevando a cabo unos talleres en el área norte y centro de la isla, Aibonito específicamente.

Para más información, debe comunicarse al correo electrónico lrviveros@yahoo.com con Abei Noriega.

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