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Nuestras costas e islas ante el cambio climático:
impacto del cambio, vulnerabilidad socio-ecológica
y estrategias de adaptación

Por: Ernesto L. Díaz

Coordinador Consejo de Cambios Climáticos de Puerto Rico

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Puerto Rico se encuentra localizado entre las latitudes 17°46’48’’ y 18°38’55’’ (Norte) y las longitudes 65°05’14’’ y 68°06’24’’ (Oeste). Las aguas territoriales alrededor de la isla grande de Puerto Rico, Culebra, Vieques, Mona, Desecheo, Caja de Muertos y sobre 300 cayos e islotes bajo su jurisdicción se extienden nueve millas náuticas (10.35 millas lineales) aguas afuera. Estas islas, cayos e islotes, así como un gran número de afloramientos rocosos, suman 799 millas lineales de costa y presentan una gran variedad de rasgos geomorfológicos. Entre otros, encontramos: 1,225 playas, costas rocosas, acantilados y grandes extensiones de manglares. Sobre 60% de la población vive en los 44 municipios costeros y en estos se concentra gran parte de la infraestructura crítica del país: aeropuertos, puertos, plantas de generación de energía eléctrica, plantas de tratamiento de aguas usadas, hospitales, hoteles, marinas, así como infraestructura vial, industrias, comercios y residencias privadas. Aproximadamente 24% de la costa de la isla grande presenta algún tipo de desarrollo en el frente marítimo.

Iniciamos este artículo presentando las características socio-ecológicas de nuestras costas e islas para destacar no sólo su importancia estratégica sino la vulnerabilidad de las comunidades costeras, la infraestructura crítica del país y la biodiversidad. En primer lugar, resulta importante precisar a qué nos referimos cuando hablamos del cambio climático, así como discutir situaciones específicas y conceptos fundamentales para el análisis de la vulnerabilidad y el desarrollo de estrategias de adaptación.

El cambio climático es un cambio en la distribución estadística de los patrones meteorológicos conocidos para períodos de tiempo equivalentes. Es decir que el cambio en el clima al cual nos referimos es diferente a la variabilidad natural histórica. El Consejo de Cambios Climáticos de Puerto Rico examina las tendencias y proyecciones asociadas a los siguientes parámetros climáticos y oceánicos: temperatura atmosférica, precipitación, eventos extremos, temperatura superficial del mar, acidificación oceánica y aumento del nivel del mar, apoyado en la mejor ciencia y conocimiento disponible.

Las costas de Puerto Rico han sido afectadas históricamente por inundaciones costeras y por el desborde de ríos, así como por los ciclos naturales de las playas, los procesos de erosión y acreción. Debido a nuestra posición geográfica y condiciones tropicales, las costas de Puerto Rico se ven afectadas por tormentas tropicales, huracanes, marejadas ciclónicas y oleaje asociado a frentes de invierno. Estos fenómenos naturales se han visto exacerbados por los cambios climáticos y el aumento del nivel del mar, lo cual se suma a la ocupación de espacios susceptibles a impactados por la erosión y las inundaciones. La perturbación de los sistemas y procesos naturales afectan la capacidad de estos ecosistemas para proveer los servicios y protección a las comunidades y a la infraestructura localizada en las costas. Los sistemas naturales, además de su rol ecológico, proveen gratuitamente servicios de atenuación de riesgos naturales a la sociedad. La protección y conservación de humedales, dunas, playas y arrecifes de coral constituye una de las estrategias de adaptación al cambio climático más efectivas y que requiere menor inversión de fondos públicos y privados. Entre otros beneficios, las playas sirven de hábitat para diversas especies como tortugas marinas, los humedales reducen los niveles de inundación y sirven de hábitat y refugio para aves nativas y migratorias y los arrecifes de coral sirven de hábitat para poblaciones de especies de valor comercial pesquero o de atractivo recreativo y turístico, además de servir para disipar la energía del oleaje que afecta las costas.

El cambio climático se manifiesta en varias dimensiones y afecta múltiples sectores. Los cambios en los patrones de temperatura y precipitación inducen impactos en la salud. Hemos visto cómo nuevos virus como el chikungunya y el zica se suman a enfermedades ya conocidas como el dengue.

Las ondas de calor incrementan la incidencia de las enfermedades respiratorias y provocan un aumento en la demanda de energía eléctrica. Las sequías e inundaciones se manifiestan con mayor frecuencia e intensidad. Basta con examinar los eventos “record” de lluvias entre el 2010 y el 2013, así como las sequías del 2014 y 2015, para reconocer que somos testigos de cambios que exigen transformaciones urgentes en nuestros patrones de consumo de agua y energía, así como la adecuación de nuestra infraestructura de servicios. Sin embargo, los fenómenos que más se asocian al cambio climático en Puerto Rico son: la erosión de las playas y las inundaciones costeras.

El aumento en el nivel del mar continúa acelerándose. Esto significa que las mareas y el oleaje típico de nuestras costas, así como el oleaje asociado a frentes fríos de invierno y a sistemas ciclónicos como los huracanes, tendrán mayores impactos en nuestras costas y comunidades, en la infraestructura y la biodiversidad. Las playas de San Juan, Ocean Park, Isla Verde, Rincón, Luquillo y Vega Baja, entre otras, enfrentan problemas de erosión acelerada que vulnera la infraestructura allí construida y significa la pérdida de hábitats costeros. Algunos sectores costeros son más vulnerables que otros. El conocimiento de la realidad de cada sector costero o playa, de las tasas de erosión o acreción, los posibles impactos del alza del nivel del mar y de las marejadas ciclónicas y el oleaje asociado, permiten establecer condiciones de desarrollo específicas para cada lugar que contribuyan a reducir la vulnerabilidad (aumentar la resiliencia) de nuestros proyectos futuros y de la sociedad, en general.

Enfrentamos grandes retos climáticos, pero contamos con el conocimiento y la capacidad para adaptarnos. A corto y mediano plazo, resulta imperativo desarrollar mecanismos innovadores de financiamiento para adaptar aquella infraestructura existente que deba ser protegida o adecuada verticalmente, pero urge que los nuevos desarrollos que se propongan en las costas incorporen en las etapas de planificación y diseño la información y el conocimiento existente. Las universidades y los gremios asociados a la planificación y a la construcción, así como las personas ingenieras y arquitectas, pueden contribuir al desarrollo de mejores prácticas profesionales que reduzcan la exposición a riesgos actuales y potenciales y que permitan la adecuación de las estructuras para extender su vida útil.

El Consejo de Cambios Climáticos agrupa representantes de agencias federales y estatales, universidades públicas y privadas, investigadores e investigadoras independientes, organizaciones sin fines de lucro, firmas privadas y personas profesionales comprometidas con proveer y examinar la mejor información y conocimiento sobre los temas climáticos y oceánicos de Puerto Rico y el Caribe. Para mayor información visite: www.pr-ccc.org

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