INTRODUCCIÓN A LOS TECHOS VERDES
Por: David L Aponte, MSCE, GRP
Desde la pasada década, los techos naturalizados o verdes, como mejor se conocen, han comenzado a tener auge en Puerto Rico. Esto se le puede acreditar a la corriente verde que ha arropado a la Isla. Aunque para muchas personas esta técnica de forrar los techos con vegetación puede ser algo innovador, la realidad es que lleva más de un siglo en uso. Se documenta por el Ingeniero Roland Appl, presidente de la Asociación Mundial de Techos Verdes con su cede en Alemania, que la primera recomendación o guía para el uso de jardines en los techos fue hecha para el 1867, por el maestro Mason Carl Rabitz. Pero no fue hasta el 1929 que se comenzaron las instalaciones en edificios comerciales, como lo fue para la tienda por departamentos Karstadt en Berlín. En la actualidad, se estima que más del 14% de los techos planos en Alemania están cubiertos con vegetación.
En Puerto Rico existen más de 200,000 pies cuadrados de techos verdes. La mayoría se encuentra en el área metropolitana. Uno de estos se encuentra sobre el Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan. Otro se ubica sobre el estacionamiento del Conservatorio de Música en Santurce. Ambos techos son tributarios al estuario de la bahía de San Juan, que ofrece albergue y/o refugio a 8 especies de animales y 17 plantas en peligro de extinción, 160 especies de aves, 19 especies de reptiles y anfibios, 124 especies de peces y 300 especies de plantas de humedal (www.estuario.org).
Un beneficio de esta técnica es la reducción de las descargas pluviales y contaminantes asociadas. En un estudio hecho por un estudiante de la Universidad Politécnica de Puerto Rico, se menciona que, de intervenir todo el viejo San Juan con techos verdes, se puede reducir la descarga creada por la lluvia por un promedio de 3.4 millones de galones de agua anuales. En el caso del viejo San Juan, toda esa zona es tratada por la planta de aguas usadas de Puerto Nuevo, por lo que esto significaría una reducción en los costos operacionales.
Otro importante beneficio asociado a esta técnica es la reducción de temperatura. Este fue el caso del techo experimental hecho por Danosa Caribe y la oficina de Gregory L Morris Engineering. Esta reducción puede significar entre 5 a 8 grados en el interior de una estructura. Se estima que el 24% de los gastos energéticos en regiones sub-tropicales y tropicales están relacionados con el enfriamiento de los espacios interiores, lo que trae como consecuencia la quema de combustible con sus respectivos impactos ambientales. Estudios hechos en Singapore demuestran que los techos verdes tienen la habilidad de reducir un máximo de 4 grados la temperatura circundante al techo.
Además de los beneficios ya mencionados, los techos verdes tienen la capacidad de prolongar la vida útil de los sellados de techo y crear espacio destinado a uso ecológico o humano.
Aunque aparenta ser una técnica sencilla, la realidad es que un techo verde bien construido requiere de mucho pensamiento y análisis ya que cualquier detalle puede afectar, desde el crecimiento de las plantas, hasta la estructura a intervenir, por lo que se recomienda consultar con una persona ingeniera estructural y una persona especialista de techos antes de llevar a cabo cualquier instalación.
La sección de un techo verde se compone de 7 diferentes elementos:
(1) sellado de techo, (2) membrana anti-raíz, (3) felpa protectora, (4) drenaje, (5) tela filtrante, (6) medio de siembra y (7) plantas. Algunos techos verdes requieren la instalación de sistemas de riego. La organización “Green Roof for Healthy Cities” recomienda para regiones sub-tropicales y tropicales un mínimo de 6” de grosor para el medio de siembra.
¿Se puede usar top soil en un techo verde? Es inusual el uso de medios de siembra con altos contenidos de materia orgánica. Los suelos con alto porciento de materia orgánica tienden a ser pesados y no confiables hidráulicamente. En Alemania se utiliza ladrillo triturado como base para el medio. En México el material base es la roca pómez (pumice). Cada lugar tiene diferentes compuestos que se pueden usar en una mezcla exitosa. Las guías alemanas para el manejo e instalación de techos verdes recomiendan que la materia orgánica no exceda de un 15% por masa. En fin, la mezcla del medio va a ser la que sustente la vida de la siembra y la que aporte un 75% del peso. Se estima que el medio de siembra del techo verde sobre el Cuartel Ballajá tiene un peso total de 500 toneladas o 1,000,000 libras.
Ya sea un proyecto de gran escala o un espacio pequeño sobre un techo residencial, es importante consultar a una persona ingeniera estructural para conocer la carga por pie cuadrado del techo de la propiedad. Una vez se tenga esa información, existen varias compañías en Puerto Rico especializadas en el suplido y/o instalación de techos verdes. Es importante evaluar referencias de proyectos previos antes de comprar cualquier material y verificar exactamente qué materiales fueron utilizados. Y sobre todo, ver si tienen proyectos que excedan de dos años de instalados, tiempo promedio en que los techos verdes empiezan a mostrar sus deficiencias.