Técnicamente hablando, un techo naturalizado es una alternativa de impermeabilización que, a la vez, brinda la posibilidad de cultivar plantas. El concepto “naturación” implica mucho más que siembra de vegetación. Conlleva involucrar la vida urbana y la rural en un medio ambiente en el que la naturaleza recupere el protagonismo a través del uso de especies vegetales que mejoren las condiciones de vida de una forma sostenible (Briz, 2004).

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Este concepto data de la época antigua, ejemplo de lo cual, en Mesopotamia, fueron los zigurats y los Jardines Colgantes de Babilonia. Los vikingos (600 DC), por su parte, cubrían con pasto el techo de sus residencias para modular las temperaturas de sushogares. Sin embargo, es en Europa, particularmente en Alemania para el 1960, donde se moderniza esta técnica.

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Un techo naturalizado provee múltiples beneficios ambientales, sociales y económicos.

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Beneficios ambientales

La vegetación:

• Funciona como un aislante de calor, reduciendo la carga térmica que pasa al interior de los edificios, haciéndolos más frescos.

• Produce una disminución del efecto de las “islas de calor” en las ciudades.

• Limpia el aire al reducir el particulado y el polvo ambiental; éste queda adherido en las hojas y, al llover, se integra al suelo.

• Consume CO2 del aire y libera oxígeno a través del proceso de fotosíntesis.

• Contribuye a crear corredores ecológicos y aumentar la biodiversidad en las ciudades.

• Disminuye problemas de drenaje debidos a saturación por las aguas pluviales, al reducir el agua de escorrentía luego de un evento pluvial

• Retiene el agua pluvial para su posterior evaporación, propiciando que el ciclo de agua no se interrumpa, al no permitir que el agua se vaya al drenaje y se contamine.

 

Beneficios económicos

• Ahorra energía al reducir el uso de sistemas de aire acondicionado y hacer que éstos funcionen más eficientemente.

• Disminuye el gasto en impermeabilización y mantenimiento de azoteas.

• Incrementa el valor de la propiedad.

• Pudiera proveer alimento para la vida silvestre y el ser humano.

 

Beneficios sociales

• Provee áreas verdes para la socialización, recreación y relajación del ser humano.

• Provee espacios para que el ser humano esté en contacto con la naturaleza.

• Provee aire de mejor calidad.

• Mejora el paisaje y maximiza el uso de los espacios urbanos.

• Amortigua el ruido ambiental de las ciudades