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URBANISMO

Población Ambiente y Sociología una relación necesaria

Por: Manuel Ray, PE, PA, LEED-AP

El diseño sustentable y ecológico está basado mayormente en lo relacionado con la ciencia del mundo físico, mientras que deja atrás los asuntos sociales o los trata como asunto separado y sin relación. Los sistemas de diseño verde se iniciaron y se desarrollaron utilizando mayormente métodos de ingeniería, tomando de manera muy limitada las dimensiones y aspectos sociales.

De acuerdo con muchos científicos y científicas, hemos llegado a una nueva era geológica, la “anthropocena”, periodo de la historia de la Tierra en el que la influencia humana ha llegado a dominar a todas las demás. En esta era de rápido desarrollo urbano y de crisis ambiental, la opción es minimizar, mediante gerencia o manejo, el impacto adverso que esto conlleva. El evitar impacto a la naturaleza no es una opción.

La población mundial crece a razón de 75 millones por año, con poco o ningún crecimiento económico, mientras el peso de la desforestación, de la contaminación, de las emisiones de gases, del calentamiento climático, de la extinción de las especies, de la acidificación de los océanos y de otras amenazas se intensifica.

Para el año 2050, debe haber 9 billones de habitantes en nuestro planeta. Para poder seguirle el paso al crecimiento poblacional, la producción de comida debe crecer en un 70%. Esto se complica con el creciente número de mega-ciudades, aquellas con población mayor a los diez millones de habitantes, y con el cambio de dieta que las riquezas y la urbanización traen. Por primera vez desde los años 60s, la producción de las cosechas de mayor importancia en el mundo, el trigo y el arroz, crecen más despacio que la población. Hay 23 mega-ciudades (más de 10 millones de habitantes) y serán más de 36 para el 2025, la mayoría en Asia. Hay varias megaciudades en construcción, las cuales estarán completadas y habitadas en menos de diez años.

El diseño urbano debe conceptuarse en términos del potencial humano. Los cambios sociológicos y ecológicos se mueven con mayor rapidez que los cambios biológicos y sicológicos. El éxito se logra sólo si el principio del desarrollo relaciona los aspectos socio-culturales con los ambientales. La sustentabilidad debe ser descrita como el balance y mantenimiento de las diversidades socioculturales y las tradiciones, siempre en evolución, con la elección económica de proyectos de edificios que tomen en consideración el impacto al ambiente. Una planificación y diseño apropiado del contorno edificado promueve el capital social, así como minimiza el impacto al ambiente natural.

La mayor parte de las personas que viven en una ciudad lo hacen por las conexiones sociales, financieras e intelectuales que ofrece. La vitalidad urbana se consigue de acuerdo con la variedad de experiencias que la ciudad tiene para brindar. Una ciudad planificada puede identificar, acomodar y habilitar el tipo de crecimiento que promueve la innovación y la inspiración. La ciudad, vibrante, florece desde su comienzo cuando obtiene entendimiento de la cultura local y la combina con lo estético: escala, proporción, configuración, densidad y amenidad cultural. Un ejemplo de tal ciudad es Barcelona, España.

Las personas políticas, planificadoras, arquitectas e ingenieras deben subscribirse a un nuevo contrato entre el diseño y la naturaleza. El gol de una construcción sustentable no debe ser únicamente el crear y operar un edificio fundado en siete acciones básicas a través de su ciclo de vida: la reducción del consumo de los recursos, el reúso de éstos, la utilización de reciclables, la protección de la naturaleza, la eliminación de agentes tóxicos, la aplicación del coste de vida y el enfoque en calidad. Se necesita urbanizar la tecnología en muchas direcciones, siendo el más importante el aspecto social.

Siendo la urbanización la piedra angular en el desarrollo económico de los países, la política, la planificación, la arquitectura y la ingeniería deben proveer lugares de inclusión e integración para todos. Los centros urbanos promueven el crecimiento de empleos de alta productividad y de industrias y reducen los costos de proveer los servicios básicos. La reducción de población en áreas rurales a causa de la migración a centros urbanos resulta en aumento en la productividad del país.

Los centros urbanos de gran extensión son complejos y requieren planificación a largo plazo con una técnica gerencial extraordinaria. Sin una buena gerencia, las ciudades se convierten en centros de decadencia, ataponamientos, crimen, desparrame urbano, barriadas y contaminantes. La gran mayoría de los gobiernos de las ciudades no están preparados para atender la rapidez con que su población se está expandiendo.

Hay cuatro principios de gerencia de ciudad: (1) financiamiento suficiente, (2) gobernanza, (3) planificación que se extienda de 1 a 40 años, y (4) una política dedicada a áreas críticas. Se debe tener financiamiento suficiente para gastos de operación y para el aumento en la demanda de infraestructura. Gobernanza requiere responsabilidad, transparencia y la adopción de metas claras, logrables. Las áreas críticas que se deben atender son la salud, la seguridad y que las viviendas sean asequibles.

Otros temas importantes del desarrollo de una ciudad son la transportación colectiva y las amenidades urbanas. Un sistema eficiente de transportación colectiva saca los vehículos de los centros urbanos, minimiza las emisiones y la congestión y ahorra a los consumidores y consumidoras millones de dólares. Las amenidades urbanas pueden describirse como espacios verdes, acceso a información y comunicación, entre otros.

La conducta humana es gobernada por las opciones culturales y económicas que se tienen disponibles; éstas van a afectar la manera en que la persona responderá a la ética ambiental y los niveles de inversión que tomarían para aceptar y/o realizar proyectos sustentables. El concepto de sustentabilidad tiene que tomar en cuenta el balance complejo y dinámico que existe entre las dimensiones ambientales, las económicas y las sociales. Los métodos de tasación que se utilizan para determinar el nivel de edificabilidad verde deben ser realzados para reconocer las dimensiones y relaciones socioambientales: las relaciones entre los conceptos verdes con los asuntos sociales, económicos y culturales.

Se deben incluir en los distintos sistemas de certificaciones verdes la interacción social, la accesibilidad, el desarrollo económico, las artes culturales, la eficiencia y, hasta cierto nivel, los asuntos ergonómicos. Pudiera ser que las cualidades sociales fueran difíciles de medir en valores numéricos, establecerse sistemas de tasas y lograr comparaciones entre ellas. Los sistemas para tasación de proyectos verdes deben incluir asuntos socioambientales en su metodología e incorporar definiciones para cada grupo de estándares para el certificado a obtenerse. Entender la relación socio-ambiental con el “todo” en la planificación, diseño y construcción de un proyecto es importante para que sea exitoso a largo plazo.

La evaluación de edificaciones singulares es importante, pero la “ciudad” deber ser vista como un desarrollo urbano de alta densidad, considerando su escala humana y su necesidad de movimientos y comunicación. Las teorías, usuales y acostumbradas, respecto a los enfoques y decisiones gubernamentales de ver los asuntos de arriba hacia abajo para resolver los problemas, deben ser revisadas constantemente con las interrelaciones de las dinámicas sociales y ambientales, pero vistas desde abajo hacia arriba.

Debemos entender los límites de los espacios públicos, innovar y crear un enfoque multicultural, proveyendo diversidad y flexibilidad, y promover espacios para expresiones y cambios. Se recomienda que se integre el enfoque arquitectónico y de ingeniería con la ciencia social que afecta la ciudad.

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