Por: Dr. Craig G. Lilyestrom
Se podría considerar que la pesca en Puerto Rico empezó formalmente en el año 1936, en medio de la Gran Depresión, con la promulgación de la Ley de Pesca Núm. 83. Esta Ley se enfocó en estimular y ordenar la pesca comercial, otorgando licencias de pesca a todo solicitante, sin más criterios. La Ley Núm. 83 no contemplaba la pesca recreativa, ni la acuicultura.
Por los años 1980, Puerto Rico contaba con una próspera industria pesquera de empaque de atún importado del Pacífico, que era una de las mayores empresas de alimentos procesados en la Isla, tanto en volumen como por valor. En contraste, en esta época, la pesca comercial local había pasado su pico productivo y la recreativa empezaba a despertar. Hubo iniciativas de adiestrar pescadores locales en las técnicas de pesca de atún en los embarcaciones grandes, pero no dieron los resultados esperados. Los tiempos cambiaron, las plantas procesadoras de atún cerraron y esta gran industria dejó de aportar miles de empleos y millones de dólares a la economía de Puerto Rico.
En el 1998, se firmó la Ley de Pesquerías de Puerto Rico (Ley Núm. 278), en un adelanto significativo para la base legal de la pesca en la Isla. Mediante esta Ley y el Reglamento de Pesca del 2004 por primera vez se definieron las varias categorías de “pescador comercial”, “pesca recreativa” y “acuicultura”, además de establecer algunas medidas para el manejo y conservación de las poblaciones pesqueras. En el 2010, se actualizó el Reglamento de Pesca, añadiendo y refinando medidas de manejo.
En el año 2000 inició en el DRNA el programa de estadísticas de la pesca recreativa marina, como complemento al programa de estadísticas pesqueras que recopila datos de la pesca comercial desde hace décadas. Estos dos programas nos presentan el cuadro más completo de la actividad pesquera en el Archipiélago de Puerto Rico. La inclusión de las islas de Culebra y Vieques en la captación de datos de la pesca recreativa marina ha sido difícil por razones logísticas y sigue como tarea inconclusa.
Históricamente, en la pesca comercial, se capturan aproximadamente entre 170 a180 especies de peces y mariscos. La composición de la captura y las especies principales han variado a través del tiempo, pero en general los carruchos y langostas, peces de arrecife y chillos de aguas profundas constituyen las especies principales hoy en día. La captura se desembarca en alrededor de 89 centros pesqueros en la costa. Se estima que hay aproximadamente 1,200 pescadores y pescadoras comerciales, número que tiende a mantenerse bastante estable a través de los años. En el oeste es más intensa la pesca, por la amplia plataforma insular. La actividad pesquera en las islas municipio de Vieques y Culebra es parte importante de su cultura y economía. No hay un estimado del valor económico total de la pesca comercial en Puerto Rico, pero genera unos $6 a 7,000,000 anuales en ventas directas, basado en capturas de 1,500,000 a 2,000,000 lbs.
La pesca recreativa en el archipiélago de Puerto Rico presenta un cuadro bastante diverso, con actividad en agua dulce, estuarios y el mar. En la Isla, hay unos 20 embalses, en la mayoría de los cuales se practica la pesca recreativa de lobinas, tucunares, chopas, tilapias y barbudos, entre otros. El DRNA ha desarrollado facilidades modernas en los embalses de Guajataca, Lucchetti, La Plata y Cerrillos, para atender tanto a los aficionados como a los que organizan torneos competitivos entre clubes.
La pesca recreativa en los ríos tiende a concentrarse en las desembocaduras, con los robalos, mojarras y cocolías entre las presas comunes. En algunos ríos, la pesca del cetí (etapa larval del olivo) que se captura con redes de malla fina, es una tradición. En los últimos años, ha crecido mucho la pesca con mosca (“Fly fishing”) y la “trucha tropical”, el dajao, se considera un reto en la parte alta de los ríos.
La pesca con botes de motor, kayaks y de orilla en las lagunas costeras es cada día más popular. Sábalos de hasta más de 100 lbs., robalos, jureles, mojarras, picuas y más deleitan a los aficionados a la pesca recreativa en lagunas. Las lagunas de San José y Torrecillas se promueven a nivel internacional por la calidad de la pesca de los sábalos grandes que se encuentran todo el año, a solo minutos del aeropuerto internacional. A su alrededor, se han levantado prósperos negocios de “chárter” para atender visitantes, y hasta un pequeño hotel en la orilla de la Laguna Torrecillas, especializado en ofrecer servicios a las personas aficionadas a la pesca recreativa de sábalos.
Puerto Rico goza de fama internacional por la pesca del marlín azul, sobre todo en la costa norte. Se celebran numerosos torneos cada año. Pero la especie de mayor captura en la pesca recreativa marina es el dorado. Las personas pescadoras en botes privados abordan cerca de 1 millón de libras de dorado cada año, además de petos, atunes, sierras y otros. Otra modalidad popular de pesca recreativa marina en Puerto Rico, que incluye las islas municipio, es la pesca de arpón en apnea. La Isla cuenta con personas campeonas reconocidas a nivel mundial en esta especialidad.
En Vieques y Culebra, la pesca recreativa marina es uno de sus grandes atractivos turísticos, con mucho potencial de crecimiento si es bien planificado y manejado. Las dos islas cuentan con las últimas poblaciones saludables de macaco (“bonefish”) en Puerto Rico. Hay negocios de “chárter” dedicados a esta especie. Es la más valiosa entre todas las especies de peces recreativos, con la posible excepción del marlín azul. En los cayos de la Florida, se estima el valor de cada ejemplar, a través de su vida, en unos $70,000 cuando se practica la “captura y liberación”.
En el 2011, se estimó que la participación en la pesca recreativa marina en Puerto Rico fue de aproximadamente 100,000 personas. Aportaron más de $72,000,000 a la economía local. Encima de esto, se estima que algunas 60,000 a 80,000 personas pescan recreativamente en aguas interiores, pero al momento no contamos con datos de su aportación a la economía local.
De lo anterior, se ve claramente que Puerto Rico - el Archipiélago completo - pesca. Y esa pesca contribuye significativamente a la economía, lo cual subraya la importancia de su manejo cuidadoso y conservación.