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Reciclaje de equipos electrónicos
y las estrategias responsables de manejo de material

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Por: Ing. José Rivera

Los equipos electrónicos se han convertido en una necesidad en la sociedad moderna. Ya no es un lujo tener un teléfono celular para poder estar en contacto con nuestras amistades y familiares. Ni vemos como un gasto innecesario pagar por un servicio de internet para poder tener acceso a cualquier noticia del mundo o información acerca de un producto o un destino que queremos visitar. Esto sin mencionar que casi todos los hogares en Puerto Rico ya cuentan con un televisor, que a su vez está suscrito a algún servicio de señal de cable o satélite.

Para poder tener acceso a todas estas maravillas de las telecomunicaciones, es necesario tener la tecnología que nos lo permita. Esta tecnología, que cada vez es más accesible, ya forma parte de nuestro diario vivir.

Con los avances en tecnología y la competencia que existe por el público consumidor, se ha creado un modelo de negocios dirigido a introducir productos innovadores cada vez más frecuentes y más accesibles. Esto ha causado un nuevo desperdicio en la categoría de desperdicios domésticos e industriales, llamado “e-waste” o basura electrónica.

Se considera basura electrónica los equipos electrónicos desechados o descartados ya sea porque no se pueden utilizar para el fin que fueron creados, por estar obsoletos, porque no funcionan o porque han sido reemplazados por un equipo más moderno.

Los equipos electrónicos contienen materiales y sustancias tóxicas como plomo, cadmio, berilio y retardantes de llamas brominados. También contienen materiales valiosos y escasos en los recursos naturales. Se pueden encontrar hasta 60 elementos en algunos equipos electrónicos complejos. El disponer de estos equipos de una manera segura es importante para la protección de la salud de las personas y del medio ambiente. Se estima que el 70% de los metales pesados que se encuentran en los sistemas de relleno sanitarios provienen de los equipos electrónicos. Aunque existe un consenso de que los desperdicios electrónicos siguen en aumento, hay un desacuerdo sobre el riesgo que estos representan para la salud humana y el medio ambiente. Especialmente en la restricción a la exportación a países con regulaciones ambientales inferiores o en casos inexistentes.

¿Qué es un equipo electrónico?

La función principal de un equipo electrónico es convertir la energía eléctrica en señales de data utilizando circuitos electrónicos integrados, construidos en su mayoría de materiales semiconductores. Ejemplos de equipos electrónicos son las computadoras, los teléfonos celulares, las cámaras digitales, losradios y los televisores. Muchas personas confunden los equipos electrónicos con los equipos eléctricos o electrodomésticos, los cuales tienen una función principal distinta. Los equipos eléctricos y electrodomésticos transforman la energía eléctrica en otros tipos de energía utilizando cables, motores, generadores, baterías transformadores, entre otros.

¿De qué materiales están hechos los equipos electrónicos?

Los equipos electrónicos consisten de tres materiales principales: metales, plásticos y circuitos electrónicos integrados, hechos de materiales semiconductores. Cada uno de ellos tiene muchas variedades, dependiendo de la aplicación o la función que tengan en el equipo.

Los metales se usan para conducir energía eléctrica, disipar calor o para la construcción de los equipos en forma de tornillos, barras, etc. También se utilizan metales pesados como el plomo, que se encuentra en las baterías “lead acid batteries”, en los monitores de tubos de rayos catódicos o “CRT”, entre otros. Se ha probado que el plomo es un material tóxico, perjudicial para la salud y el medio ambiente. Problemas de salud asociados al plomo son aumento en la presión sanguínea y efectos cardiovasculares, entre otras cosas.

Los plásticos se han convertido en el principal material para la fabricación de equipos electrónicos por sus capacidades de moldearse a cualquier forma, tamaño y color. Muchos de estos plásticos contienen componentes químicos llamados “flame retardants” o retardantes de llama, que tienen el propósito de ser resistentes al calor evitando “prenderse” en fuego o derretirse. Los primeros “flame retardants” estaban hechos de bifenilos policlorados o “PCB’s”, pero su uso fue prohibido en el 1977 por sus toxicidad. Hoy en día se utilizan retardantes de llama bromados o “PBDE’s, pero este último también está bajo observación ya que son sospechosos de causar efectos neuroconductuales y alteraciones endocrinas. Ya su uso ha sido prohibido en algunos países de Europa.

El tercer material son los semiconductores, ideales para la manufactura de circuitos electrónicos ya que sirven para controlar el flujo de la corriente. El más común es el silicón. Los circuitos electrónicos se utilizan para funciones específicas, ya sea amplificar sonidos, recibir señales de telecomunicaciones, procesar data, entre otras cosas. Los circuitos electrónicos están formados por componentes electrónicos integrados, cada uno con una función específica. Algunos de los componentes electrónicos más comunes son los capacitores, las resistencias, los diodos, entre otros. Muchos de los materiales utilizados en la manufactura de materiales semiconductores son tóxicos, como la arsina y la fosfina. La arsina es un compuesto inorgánico. Este gas inflamable, pirofórico, y altamente tóxico es uno de los compuestos más simples de arsénico. La fosfina es un gas incoloro, inflamable y tóxico. La arsina y la fosfina pueden causar efectos adversos a la salud ya que son materiales potencialmente carcinógenos.

¿Cuál es la manera correcta de disponer de los equipos electrónicos?

Existe un debate en la clasificación de los equipos electrónicos descartados ya que algunos los consideran como artículos de valor comercial o “commodities” y otros los clasifican como un desperdicio a menos de que estén debidamente procesados y segregados en sus componentes principales. En adición, si estos componentes principales ya no se pueden utilizar para el fin que fueron creados, se consideran chatarra y se valorizan o se deprecian como tal. Algunos de estos componentes son el aluminio, el cobre y el acero. Hay otros componentes que sí pueden ser re-utilizados, pero debe haber un proceso de pruebas documentado que así lo demuestren.

Existen unos estándares que las compañías que manejan desperdicios electrónicos deben seguir. A estos estándares se les conocen como estrategias de manejo de materiales responsables. Como regla general, las compañías deben de cumplir con la jerarquía del re-uso y luego la recuperación de materiales. En adición deben tener una documentación adecuada, entrenamiento al personal, incluyendo cumplimiento ambiental, salud y seguridad, el manejo adecuado de materiales especiales, como las baterías y los monitores, el manejo adecuado y la destrucción de la información electrónica, la seguridad en las facilidades, entre otros.

Además de esto, existe la preocupación por los auto denominados recicladores, que realmente son agentes que se dedican a la venta de estos desperdicios sin el más mínimo escrutinio o intento por clasificar o separar los materiales potencialmente peligrosos, exportando estos materiales, muchas veces sin el consentimiento de los generadores del desperdicio, que son los responsables de los mismos, aunque hayan salido de sus facilidades.

Como podemos notar, el manejo de los equipos electrónicos obsoletos o descartados es complejo, ya que envuelve un proceso de clasificación, segregación y procesamiento, que incluye, entre otras cosas el manejo de materiales tóxicos e información electrónica confidencial. Por lo tanto, si usted tiene la necesidad de disponer de equipos electrónicos, asegúrese de que la compañía que elija le pueda demostrar que utilizan estrategias responsables de manejo de materiales.

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