Autos eléctricos vs. autos de gasolina: su futuro en Puerto Rico
Por: Edward Previdi
Cuando el arquitecto Abruña me encomendó la tarea de escribir sobre autos eléctricos en Puerto Rico, pensé que nunca había tenido la oportunidad de conducir uno para utilizarlo en un día típico y poder hacer el análisis comparativo con el tipo de vehículo que conduzco todos los días. Gracias al concesionario Autogermana BMW que me facilitó un modelo eléctrico por varios días, hoy les puedo contar de mi experiencia y de cómo veo el desarrollo de estos vehículos en nuestra isla.
MI EXPERIENCIA
Utilicé el auto para realizar viajes cortos el primer día que me lo entregaron, viajando un total de unas 20 millas. El auto tiene un manejo similar a cualquier otro BMW y una aceleración instantánea no comparable con un auto de gasolina. El silencio dentro de la cabina es un factor que no esperaba y que me resultó impactante inmediatamente que comencé a manejar el auto.
El segundo día, decidí poner a prueba el rango de distancia del auto con un viaje fuera de la zona metropolitana. Salí con mi familia a una actividad en la casa de unos amigos en el barrio Cercadillo de Cayey, a unas 36 millas de mi residencia, pero a una altura considerable, lo que reduce el rango del auto debido al factor de subir cuestas. Pensé que si llegaba a mi destino con poca batería disponible, podía conectar el auto y cargarlo mientras estuviera en la casa de mis amigos. No fue necesario. Utilicé la mitad de la batería para llegar y, como sabía que de regreso bajaría las cuestas, no me preocupé. Llegué a mi casa con ¼ de la carga en la batería y un rango estimado de 20 millas. En todo el trayecto jamás usé el freno. El sistema de regeneración de energía es muy eficiente y recarga la batería cuando desaceleras, a la misma vez que frena el auto. Estimo que el auto me hubiese dado aproximadamente 90 millas de rango antes de descargar la batería por completo.
TRASFONDO DE LOS AUTOS ELÉCTRICOS
Aunque este tipo de vehículo se comenzó a utilizar a principios del siglo XX, la tecnología de los autos eléctricos está actualmente en una etapa incipiente. La mayoría de las empresas manufactureras de autos se apresura a lanzar modelos eléctricos o tipo híbrido recargables para cumplir con los mandatos federales de consumo promedio de combustible introducidos por la administración Obama hace varios años y con la ley de vehículos de cero emisiones del estado de California. Por esta última razón, la mayoría de los autos eléctricos disponibles en el mercado solo se venden en California.
FUTURO DE LOS AUTOS ELÉCTRICOS EN PUERTO RICO
En Puerto Rico, la ley 81 de 2014 exime de arbitrios a los autos eléctricos e híbridos recargables con la intención de fomentar su venta y utilización. Desafortunadamente, el desconocimiento y la desinformación del funcionamiento de estos autos por parte de la ciudadanía y de los mismos concesionarios de autos en Puerto Rico no ha permitido que este incentivo funcione a cabalidad. Al presente, hay solo dos marcas con autos eléctricos en el país: BMW y Nissan. Otras marcas que tienen estos tipos de vehículos no los importan a Puerto Rico y tienen variadas y creativas excusas para no hacerlo, casi todas basadas en la desinformación generalizada sobre el tema. Este año se han introducido nuevos vehículos de tipo híbrido-recargable por varias manufactureras con muchos avances y nueva tecnología. BMW y Porsche ya están importando estos vehículos, pero hace falta que marcas como Chevrolet, Toyota, Hyundai y Ford, que tienen autos de menor costo para un mercado más amplio, también se unan a la corriente y permitan al público de Puerto Rico adquirir esta tecnología.
En nuestra isla se dan unas condiciones particulares para el uso y desarrollo de los autos eléctricos. El 65% de la energía eléctrica generada proviene de la quema de un derivado de petróleo. Por lo tanto, el costo de la energía eléctrica y el de la gasolina aumentan o disminuyen a la misma vez porque dependen del mismo factor, contrario a un estado de los Estados Unidos, por ejemplo, donde el costo de la energía eléctrica es estable, pero el costo de la gasolina puede variar independientemente de este. O sea, un lugar donde la energía eléctrica sea barata y la gasolina cara, provee un incentivo económico para la utilización de autos eléctricos. Por ahora, ese incentivo no lo tenemos en Puerto Rico. Además de esto, la quema de petróleo para producir energía eléctrica es una forma ineficiente y contaminante al ambiente.
Entonces, ¿qué condiciones debemos tener para ver un futuro desarrollo de estos vehículos en nuestra isla?
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Como parte del plan de restructuración de la AEE, se contempla construir plantas generatrices más eficientes y menos contaminantes, de paso estabilizando el costo energético. La AEE tiene que ver el potencial de los autos eléctricos como una fuente de ingresos adicional e incentivar el uso e instalación de cargadores en los hogares y lugares de trabajo de la ciudadanía, además de instalarlos en lugares públicos a través de la Isla.
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Al igual que el estado de California, podemos establecer mediante ley unas metas de vehículos de cero-emisiones en nuestras carreteras, de forma que las importadoras de autos se vean obligadas a ofrecer este producto en nuestro mercado.
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Se debe educar a nuestra niñez desde temprana edad en todo lo relacionado al ambiente y acabar con los paradigmas de que los vehículos tienen que ser impulsados por derivados de petróleo para ser útiles.
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Es importante mantener la Ley 81 de 2014 vigente hasta tanto logremos el desarrollo pleno de los autos eléctricos. La exención de arbitrios es el incentivo económico que contrarresta el hecho de que estos autos tengan un costo mayor a los convencionales impulsados por gasolina.
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El desarrollo de nuevas baterías con más densidad de energía de seguro aumentará el rango de distancia de los autos, aumentando su utilidad. Al presente, hay muchas compañías invirtiendo en investigación para conseguir estas metas.
En resumen, mi experiencia con un auto eléctrico me convenció de que es una alternativa viable para Puerto Rico. Es una tecnología que se está desarrollando de manera acelerada y próximamente estaremos viendo alternativas más económicas y con rango de recorrido más largo. Cuando salió al mercado el Toyota Prius, nadie lo compraba en Puerto Rico. Una vez la gasolina subió de precio, las ventas se dispararon y los mitos de las baterías y de su duración se disiparon. Apuesto a que lo mismo sucederá con los autos eléctricos una vez haya más de ellos rodando por nuestras carreteras. Es cuestión de educación y tiempo.